domingo

Harina



Amaso una harina pobre,
alimento de mis preguntas,

y estos ojos míos, perdidos,
rinden su claridad
a la pobreza de lo simple,
así se nutren mis esporas
en el vacío,

que yo, en un verso-levadura,
me elevo a pan con el fuego,

a simple pan.

Las horas, la vida, son manos
que amasan harina inocente,
y que hacen mis preguntas
pan duro.

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