(VI)
La vida no es más cosa
que una lógica implacable con un motivo extraño,
cosecha remordimientos inapagables
y cierto conocimiento de uno mismo
que llega demasiado tarde...
pero empujado por algo que ignoro
busco mi límite desnudo
como una piedra golpea el silencio,
miro a mi alrededor con los ojos relucientes
de un cielo en llamas pero oscuro
para la comprensión de mi debilidad,
y aquí estoy despreocupadamente vivo
en la virtud de una audacia irreflexiva,
de una fascinación que me mantiene ileso.
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